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- 28 de mayo de 2022
La Cámara Baja del Parlamento pakistaní ha aprobado esta mañana un proyecto de ley que contempla la castración química para violadores condenados en varias ocasiones por este delito. Este proyecto se produce en el contexto del aumento de casos de violencia sexual en Pakistán y busca una reforma del Código Penal con el objetivo de endurecer las penas que castigan este tipo de crimen.
Además, se prevee la creación y desarrollo de tribunales especiales que se encargarán de acelerar los procedimientos para llevar a cabo estas prácticas a los violadores. “La castración química es un proceso contemplado por las normas establecidas por el primer ministro en el que una persona queda incapacitada para mantener relaciones sexuales durante un periodo de su vida que sería determinado por el Tribunal a través de la administración de medicamentos que deben ser prescritos por un comité médico” ha explicado el presidente del Gobierno pakistaní, Arif Alvi.
Aunque varios ministros apostaban por la pena de muerte en lugar de la ya aprobada castración química, según ha señalado la principal cadena de televisión pakistaní, Geo TV, Imran Jan, primer ministro, ha declarado públicamente que el objetivo común de todos es “crear un ambiente seguro para los ciudadanos”.
El senador Mushtaq Ahmed, miembro de Jamaat-e-Islami, se ha posicionado en contra de esta medida ya que la considera “anti-islámica” y ha abogado que la solución para acabar con los delitos de violación sexual es “el ahorcamiento público y no la castración de los agresores”.
Por su parte, Rimmel Mohydin, representante de campañas de Amnistía Internacional para Asia Meridional, ha declarado que “las castraciones químicas forzosas violarían las obligaciones internacionales y constitucionales de Pakistán para prohibir la tortura y otros tratamientos crueles, inhumanos o degradantes”.